5 destinos en México que te pondrán a temblar de miedo
Se acercan las fechas más tenebrosas del año y quiero aprovechar para recomendarles 5 destinos mexicanos donde se...
¡Viajeros, atención! Si es tu primera vez en París y estás buscando una manera de recorrer la ciudad sin morir en el intento, ¡has llegado al lugar correcto! París es ese destino soñado que todos queremos tachar de nuestra lista, pero a veces el tiempo o el presupuesto no juegan a nuestro favor. No te preocupes, con esta ruta de un día te aseguro que podrás capturar lo mejor de la capital francesa sin perderte de la magia que la hace única. ¡Vamos a darle!
Sé lo que estás pensando: “¿Cómo que Notre Dame está en obras y aún así me dices que vaya?” ¡Exacto! Porque, aunque la catedral sigue en restauración después del incendio de 2019, los alrededores son pura historia y belleza. Date una vuelta por la Île de la Cité y la Île Saint-Louis, camina por sus callejones empedrados y piérdete en ese ambiente medieval tan único.
Te recomiendo que no te pierdas la oportunidad de entrar a la Sainte-Chapelle, porque sus vitrales son literalmente de otro mundo. Te vas a sentir como dentro de un caleidoscopio gigante lleno de colores. ¡Qué comienzo tan épico para tu aventura parisina!
Después de empaparte de historia en Notre Dame, es hora de relajarse un poquito. ¿Qué mejor que caminar a lo largo del Río Sena? Si viste la inauguración de los Juegos Olímpicos de París 2024, sabrás que el Sena es casi como la columna vertebral de la ciudad. Si te encanta caminar, sigue el curso del río y siente la inspiración de tantos poetas y artistas que han encontrado su musa en estas aguas.
¿Prefieres ver la ciudad desde una perspectiva diferente? Entonces súbete a uno de esos barcos que navegan por el Sena. ¡Un recorrido te cuesta unos 14 euros y es la excusa perfecta para sentarte y relajarte mientras te maravillas con la vista!
Aunque no seas un experto en arte o historia, este museo alberga obras que simplemente no puedes dejar de ver, lo que lo convierte en una parada imprescindible. A unos 15-20 minutitos a pie desde el Sena, te espera uno de los museos más icónicos del mundo: el Museo del Louvre. Aquí es donde la Mona Lisa vive (sí, la original). Pero te advierto algo: ¡el Louvre es enorme! Tienes dos opciones: puedes pasar horas y horas viendo cada una de sus 34,000 piezas, o puedes hacer lo que yo hice: seleccionar tus favoritas y armar una mini-ruta dentro del museo.
Compra tus boletos en línea con anticipación, baja la app del museo y elige bien tu recorrido. Yo me enamoré de las antigüedades egipcias y, por supuesto, no podía perderme a La Victoria de Samotracia (¡parece que va a despegar en cualquier momento!).
Esto te interesa: No cometas estos errores al viajar a Europa
Después de tanto arte, es hora de una pausa zen. A la salida del Louvre, te encontrarás con el hermoso Jardín de las Tullerías. Este es el lugar perfecto para recargar energías, ya sea que decidas sentarte en una banquita a leer, tumbarte en el pasto a ver la vida pasar, o simplemente tomarte un cafecito mientras disfrutas del ambiente parisino. Ah, y no te sorprendas si te encuentras con una sesión de fotos de bodas o un picnic romántico en pleno proceso… ¡este lugar es ideal para ello!
Una vez descansado y recargado, sigue caminando hasta los Campos Elíseos, probablemente la avenida más famosa del planeta. Aquí es donde el glamour de París te golpea de lleno. Tiendas de lujo, restaurantes coquetos (y carísimos), gente guapa… ¡y mucho estilo por todos lados! No te recomiendo comprar aquí a menos que quieras gastar un montón de euros, pero sí es un paseo obligatorio.
Al final del camino te espera el imponente Arco del Triunfo. ¡Prepárate para una vista épica si te animas a subir al mirador! Te recomiendo llegar justo antes del atardecer para que disfrutes de un ocaso mágico sobre París. ¡Te prometo que este momento se quedará contigo para siempre!
¡Oh la la! Si no cierras tu día con una visita a la Torre Eiffel, ¿realmente estuviste en París? Para llegar, toma el metro hasta la estación Trocadero y disfruta de la mejor vista de la torre desde la Plaza del Trocadero. Aquí es donde salen las fotos más icónicas, esas que seguro has visto millones de veces en Instagram.
Pero espera, hay más. Una vez que hayas sacado las fotos, ve directo al césped para hacer un picnic al más puro estilo parisino. En los alrededores hay tienditas donde puedes comprar vino, queso, una baguette y algo de fruta. ¡Te aseguro que sentarte a los pies de la Torre Eiffel con un vinito en mano es una experiencia que no tiene precio! Disfruta del momento, porque después de un día tan espectacular, te lo has ganado.
Si sigues esta ruta, me cuentas cómo te fue. ¡Au revoir!
Para enamorarte un poco más de la Ciudad Luz y prepararte para tu primera vez en París, te comparto este video